Posted by: Marcia on: July 4, 2012
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El Global
Conciousness Project, que mide la manifestación de la conciencia
colectiva en eventos globales, efectuó un experimento durante la
elección presidencial mexicana del pasado 1 de julio, determinando una
focalización positiva de dicha conciencia colectiva en sus instrumentos
de medición
El pasado 1
de julio se celebró la elección presidencial en México bajo condiciones
de gran expectación. Creyendo observar una especie de capa psíquica
intensamente pululando ante la incertidumbre de los resultados
electorales y el deseo ferviente de cambiar el desigual orden
establecido por el sistema dominante, sugerimos al Dr. Roger Nelson de
la Universidad de Princeton, director del Global Consciousness Project,
medir la jornada electoral y las horas subsecuentes para determinar la
posible manifestación tangible de una “conciencia colectiva”.
El Global
Consciousness Project (GCP) es un esfuerzo que reúne a numerosos
científicos, ingenieros, programadores y artistas con el fin de probar
la hipótesis de que la conciencia global puede medirse y es capaz de
hacerse tangible en el mundo material. Para determinar esto, el GCP,
inspirado por el trabajo de Pierre Teilhard de Chardin y su idea de la
noósfera, ha diseñado un elegante experimento en el que se reúne
información numérica generada por una serie de instrumentos, conocidos
como EGGs (electrogaigramas), que han sido distribuidos por diferentes
partes del mundo. Estos instrumentos generan números aleatoriamente, de
manera equivalente a tirar una moneda cada segundo y registrar todos los
resultados. La tesis del GCP es que si durante eventos multitudinarios
los números que generan los EGGs varían más allá de la mera probabilidad
estadística, esto podría significar un efecto de concentración de la
conciencia colectiva que afecta los resultados –un concepto similar al
colapso de la función de onda provocado por la conciencia del
observador.
Los resultados de la medición del GCP en el caso de la elección mexicana,
en un parámetro de 24 horas, muestran un efecto “altamente positivo”
que “confirma la hipótesis”, según nos dijo el Dr. Roger Nelson. Esto
es, que la conciencia colectiva se manifestó materialmente en el
transcurso de este período afectando los resultados generados por los
EGGs de tal manera que la probabilidad de que fueran producidos por el
azar es de menos de 1 en un millón (al final del artículo presentamos un
análisis gráfico de los resultados). Esto implica que la focalización
de las conciencias individuales, la suma de todos los pensamientos, se
traduce en una fuerza que tiene un efecto sobre un instrumento material,
transformando el patrón aleatorio de los generadores de números.
Poéticamente creando una imagen coherente en la mente del planeta, leída
en un “electrogaiagrama”.
Este evento
se suma a cientos de mediciones positivas anteriores –incluyendo la
muerte de la Princesa Diana y los atentados del 11 de septiembre del
2001–, la suma de los cuales sugiere que la conciencia colectiva es
capaz de reaccionar conjuntamente para crear “un pulso sostenido de
orden en el flujo aleatorio de los números de nuestros instrumentos”, en
palabras de Nelson. Eventos de gran escala que permiten compartir
emociones y pensamientos afines han demostrado afectar reiteradamente
los instrumentos del GCP, los cuales operan prácticamente como
termómetros de un “calentamiento psíquico” que no es del todo entendido.
“Lo que imaginamos juntos se manifestará de una forma sutil. Esto
significa que tenemos una enorme, subexplotada (o al menos incontrolada)
capacidad de cambiar el futuro”, afirma el director del Global
Consciousness Project.
Todo esto lo
quisimos traer a colación de lo sucedido en México el pasado 1 de
julio. Vimos en los días previos, y actualmente todavía, una
manifestación elevada de conciencia civil, particularmente a través de
las redes sociales y de movimientos de protesta como #YoSoy132. Misma
que en algunos casos se sintió defraudada por lo sucedido en cuanto los
resultados oficiales de la elección presidencial. Algunas personas
tristemente declaraban que el movimiento no había servido de nada ya que
no había impedido el regreso del PRI al poder y la imposición de un
candidato por parte de una televisora, cuya programación es difícil de
argumentar que no va en detrimento de esta conciencia colectiva. Acaso a
manera de inspiración –no de consolación– y de continuación de un
esfuerzo vital, evocamos este experimento que muestra
literalmente que la conciencia es capaz de cambiar la realidad de las
cosas… una concentración focalizada en unas horas puede afectar la
materia.
De algún
modo la gran moraleja, que incluso cobija a aquellos detractores que
postulan los procesos electorales como una magna simulación (y si, cada
vez se asemejan más a shows mediáticos que a desfiles cívicos), es que
más allá de las particularidades del proceso, quizá empezando por los
propios resultados, lo cierto es que este tipo de dinámicas que atraen o
unifican la atención colectiva, generan resonancias palpables,
medibles, y por lo tanto consecuentes –lo cual nos remite al fenómeno de las neuronas espejo.
En síntesis, más allá de ideologías, preferencias, o de la dirección
hacia donde se canalizaron las frecuencias emocionales que depositamos en
la reciente jornada electoral, concretamente los mexicanos generaron un
pulso que, de manejarse en forma consciente, podría detonar un radical
rediseño del escenario en su país.
Recordemos
esto entonces, considerando que si mantenemos esta conciencia no sólo
durante algunos días, sino consistente y congruentemente durante un
período de tiempo mayor, es muy probable que podamos cambiar
significativamente el orden de las cosas. No sólo ganar
“volados” con el poder de nuestra mente: mover las montañas fosilizadas
por dinosuarios que pesan, como un pasado inescapable, sobre la realidad
nacional. Como lo sugiere una reflexión publicada aquí en las postrimerías de la jornada electoral,
la elección es todos los días, y si se quiere operar un cambio
sustancial, es necesario cultivar esta focalización de la conciencia en
la cotidianidad. Todos los momentos se suman y contribuyen para
conformar ese estado de conciencia, individual y colectivo, que acaba
manifestando la realidad que vivimos. Tal vez esta sea la mejor forma de
asegurarnos de que los resultados de una elección no van a ser
alterados para favorecer a cierto candidato: alterando minuciosamente,
con el constante concurso de la conciencia colectiva, la realidad misma
sobre la cual se vota.
ANÁLISIS DEL EXPERIMENTO REALIZADO POR EL GCP EN EL DÍA DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL MEXICANA
La anterior
gráfica muestra la suma acumulativa de desviaciones del valor esperado
producido por la generación aleatoria de numeros (cumsum)=Z^2-1, como
función del tiempo. La Z corresponde a cuántas desviaciones estándares
son observadas en una colección de datos. Esta es elevada al cuadrado y
se le resta uno, para alcanzar el “Chisquare”, que es la distribución
probabilística de un cierto numero de grados de libertad que tienen los
dispositivos (EGGs) para generar números al azar. La desviación estándar
es el cálculo de cuánto se alejan los resultados de una muestra de
datos respecto al valor esperado.
La curva
azul que se aprecia en la gráfica muesta una probabilidad homogénea del
5% de que los eventos no sean un mero error estadístico. En otras
palabras, la curva azul es el modelo de resultados que definitivamente
no son anomalías estadisticas, en una probabilidad del 5%. Los
resultados de los EGGs difieren de lo esperado (generación al azar de
numeros) a través del tiempo, mostrando que podrían estar siendo
influenciados por la conciencia colectiva.
La gráfica
compara los resultados actuales de desviación respecto a resultados
aleatorios (curva roja) con resultados que definitivamente no son
aleatorios (con probabilidad del 5%). Entonces en cuanto más se acerque
la curva roja a la azul, se muestra cuanto más ciertos factores
(posiblemente la conciencia colectiva) están afectando la generación de
números aleatorios para dar un resultado influenciado que se aleja de la
mera aleatorieidad y anomalía estadística, revelando un claro patrón
causal entre los resultados y los factores considerados en el
experimento.
En
conclusión, si descartamos la posible influencia de una radiación de
fondo o de algún otro efecto electromagnético, podemos decir que la
gráfica muestra como la votación en Mexico generó significativamente un
aumento en la intensidad de un caudal de pensamiento colectivo.
[GCP]
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