Amados, yo Soy Uriel, Arcángel de la Presencia y de la Reversión. Mi Presencia se encuentra hoy asentada en el Sol de este Sistema Solar, por 12 días, el radio de mi energía se dirigirá de manera específica a la humanidad del Planeta Tierra para impulsarla a la trascendencia y la unificación.

Publicado el 4 julio, 2014de Emisaria Amor

Arcángel Uriel
Carta 1
1 de julio 2014

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Amados, yo Soy Uriel, Arcángel de la Presencia y de la Reversión.

Mi Presencia se encuentra hoy asentada en el Sol de este Sistema Solar, por 12 días, el radio de mi energía se dirigirá de manera específica a la humanidad del Planeta Tierra para impulsarla a la trascendencia y la unificación.

Mi Presencia siempre se manifiesta junto a todas las expresiones de vida planetaria en los momentos de reversión y conclusión y en el inicio de ciclos.

Así que, en este momento particular en donde el Reino Humano de la Tierra vive, dentro de un ciclo mayor y planetario de transición, un punto de reversión particular, yo me acerco a cada alma, en acogimiento y amor.

Mi cuerpo solar es un recinto que por estos días abarca todo y todo envuelve, resonando un impulso dinamizador que busca catapultar, de cierta forma, el conjunto de la humanidad en una forma diferente de interrelación, una forma diferente de interdependencia.

Mi cuerpo solar, tal como un gran árbol, resuena y aglutina las almas humanas de la Tierra y constituimos juntos el Gran Árbol de la Interdependencia.

Hijos e hijas – porque en estos días, además de vuestro hermano, Yo encarno el Rostro del Padre para todos ustedes – muchos de ustedes han tocado otro estado, otra posición con relación a la Vida, un estado que Yo no llamaría nuevo, porque se refiere a la expresión original y natural del alma, pero más que todo, un estado diferente, radicalmente distinto del prisma que hasta ahora a coloreado su experiencia.

Este estado, que cada día, de más en más redescubren, lo alcanzan y en él profundizan, se instala a partir del reconocimiento y del despertar en la unicidad esencial de la Vida.

Este reconocimiento que comienza a tocar los estratos más externos de la percepción es vivido por el alma como un bautismo de Fuego Vivo, un Fuego que es la propia Esencia, o como algunos lo llaman el Gran Espíritu.

Es en este punto que un primer cambio radical ocurre, aunque este evento pase desapercibido para la gran mayoría – él es percibido en general por sus efectos en la entidad concretamente manifestada, porque las modificaciones que se vuelven aparentes en la estructura psicológica que ustedes llaman personalidad – pues de hecho en este baño en el Fuego Vivo vibra en el alma humana la Verdad de su Unidad; una unidad que no que no es individual – como a lo largo de la experiencia del olvido lo experimentó el alma – como la Unidad Universal, en donde el alma despierta a la Verdad de su Eternidad en cuanto al propio Ser o Gran Espíritu y de su ilusión efímera en cuanto al aspecto individualizado de Un Ser.

Esta visión del individualismo condicionó y aún condiciona hasta cierto punto la expresión del alma humana, que ya fue planetariamente liberada de los velos y de los grilletes que aceptó voluntariamente asumir como parte de su servicio al Planeta.

Sin embargo, la actualización de esta liberación de esta misma expresión exterior – humana y planetaria – pasa por un proceso que muchos hermanos y hermanas denominan con ustedes la Transición Planetaria.

A medida que el alma humana va siendo sacudida de su sueño parcial, la visión del individualismo que condiciona su expresión superficial va tornándose más fina, más frágil, comienza a mostrar pequeños agujeros a través de los cuales ya pueden vislumbrar una nueva Realidad – nueva para la persona que manifiestan, pero reconocida por ustedes internamente como la única Realidad posible, como su verdadera morada y hogar original.

En estos días, yo los convido a todos a unirse a Mí conscientemente, con atención e intención, pues todas las almas ya vibran en el Canto de la Unidad que Yo entono.

Yo los convido a permitirse ser acogidos por Mí y en Mí, abarcados por Mi Resonancia, envueltos en Mi Dulzura, para disfrutarnos mutuamente en un momento de Éxtasis que luego ustedes reconocerán, y que nunca tuvo inicio ni fin.

Celebremos en esta Onda de Fuego Vivo que se derrama de Mi Corazón que es su Corazón.

Yo Soy Uriel, Arcángel de la Dulzura y de la Reversión por el Amor y Yo los amo.

Selén Om
Arcángel Uriel
Carta II
2 de julio de 2014

Saludos amados, Yo Soy el Arcángel Uriel, vuestro amigo y hermano que los acompaña en este momento particular de reversión y transición de un estado a otro, en su trayectoria sobre el Planeta.

Unido al Logos Solar, el Fuego de Mi Presencia envuelve el Planeta. Unido al Logos Solar, entonamos un canto que es común a todas las almas unidas al Espíritu Planetario de la Tierra. Entonemos juntos este Canto.

…Efusión vibratoria…

Amados, Yo les pido no comprender Mis efusiones como solamente una radiación material, una radiación que viaja a través del espacio de este Sistema Solar y que llega a la Tierra. Es cierto que hay un movimiento que encapsula el potencial de nuestra comunión y fusión y lo conduce a nivel molecular y celular así como atómico, en lo que concierne a la organización de las partículas físicas, pero la verdadera naturaleza de nuestras efusiones están más allá del movimiento temporal y espacial. Una efusión, a pesar de la idea de movimiento que la palabra transmite, es verdaderamente un acto concomitante, en donde las chispas en el Gran Árbol de la Interdependencia vibran al unísono, vibran simultáneamente. Un acto en donde no se puede distinguir el actor y el objeto.

Mi Presencia, se encuentra instalada en los niveles subjetivos de la materia solar, Mi cuerpo engloba todo este sistema, y Mi Atención se fija en la humanidad del Planeta en un acto de fusión, en un acto que podríamos llamar de Matrimonio Místico. De tal forma que no están ahí, sobre la Tierra y Yo aquí en el Sol. La distancia simplemente no existe para la Chispa Divina y, por lo tanto, no hay condiciones o influencias.

Con dulzura y con el Amor del Padre, Rostro de la Vida Una que Yo ahora encarno, Yo les transmito estas palabras para disipar de vuestras mentes cualquier noción de distancia o de jerarquía. Yo Soy ustedes, Mi cuerpo se entrelaza a su cuerpo en estos días de forma muy íntima, en un abrazo ardiente para conducirlos a la realización del Éxtasis e Íntase de la Unidad.

Si representáramos nuestro Canto en estos doce días, sería como un coro sin maestro. Pues ustedes no están ahí y Yo aquí – en cualquier lugar imaginado o proyectado – por vuestra mente. De hecho, Yo me encuentro en su medio, pues su Presencia también se encuentra unida al Espíritu Flameante del Sol, el Logos Solar. Yo Soy aquél hermano que entona la primera nota, seguido por el conjunto de todos ustedes y, en coro, resonamos para todas las consciencias hermanas de los demás campos de experiencia de este Sistema Solar el canto de la Unidad es su regreso cada vez más consciente de la Vida Cósmica.

Así que, yo les pido, eleven sus pensamientos a las alturas de su cielo interior. Cuando quiera que sientan ahí el llamado, ofrezcan su mente para ser el receptáculo del Pensamiento Divino. Déjense atraer y ser conducidos por el Amor que pulsa en la atmósfera de la Tierra, pues Mi Voz encuentra eco en el murmullo del viento que baila en medio de las hojas de los árboles y Mi olor de devoción se viste con el dulce aroma que exhalan los bosques. En las cosas simples Mi Rostro se revela a ustedes, al mismo tiempo en que en lo Sagrado de su Corazón percibirán la veracidad de la gran máxima mística: Om Tat Tvam Asi – Yo Soy Aquello.

Hijos e hijas benditos, ábranse al rocío del amanecer de una nueva vida. La Esencia y la Gracia que se derrama en el rocío y con él, yo les doy todo mi Amor. Unámonos una vez más en este Canto.

…Efusión Vibratoria…

A. UrielArcángel Uriel
Carta III
3 de julio 2014

Saludos Chispas Divinas. Bendiciones y paz se difunden en sus corazones, irradiando sus centros luminosos y bañando la esfera Planetaria con la Luz del Divino. Yo los convido a sintonizarnos unidos en Espíritu y en Verdad, por algunos instantes, en la Luz inmaterial.

…Efusión Vibratoria…

Amados, yo me tomaré algunos momentos y palabras para ilustrar el mecanismo por el cual, en vuestro cuerpo físico y luminoso, resuena en estos días – gracias a la fusión de los Éteres casi concluida ya en la superficie del mundo – Mi Fuego y Mi Presencia.

En vuestra estructura etérica existen varios centros luminosos, de los cuales 12 de ellos tienen un papel preponderante, pues asumen una función reguladora y transmisora para los demás. Cada uno de estos 12 centros luminoso mayores resuena con una vibración predominante, relacionada a una de las Energías Primordiales, las cuales son expresión y representación en la Manifestación, los Centros Planetarios, Cromas de Luz Viva y nosotros, los 12 Padres Creadores y Arcángeles.

A medida que la fusión de los Éteres o rectificación de los Elementos va avanzando, nuestro cuerpo Etérico va siendo rectificado o descomprimido, libre de las fuerzas gravitacionales y compresoras que permitieron la experiencia en el olvido, proceso que es llamado, alegóricamente, entre ustedes “regreso del Cuerpo Multidimensional”. Es una denominación alegórica, porque no puede haber retorno de aquello que jamás partió y, como muchos de sus hermanos y hermanas lo repiten constantemente, la separación nunca fue real. Todo está en ustedes y en ninguna otra parte.

Sin embargo, su cuerpo físico no es más que una extensión de la forma multidimensional, también llamada cuerpo Etérico. Y este cuerpo Etérico, que durante vuestra zambullidla en el estado de ignorancia, fue comprimido o puesto en letargo, si podemos representarlo así, y que en este proceso despierta, es rectificado o liberado, reasumiendo sus funciones ilimitadas e incondicionadas. De hecho, en esta oportunidad no profundizaré con respecto a las relaciones de la extensión visible que ustedes denominan cuerpo físico o cuerpo multidimensional, porque lo que fue dicho hasta ahora ya les da muchas claves para conectar y aprender algunas facetas de este proceso, también llamado Nacimiento de la Mariposa, si se dispusieran a meditar al respecto.

Pero lo que fue dicho en esta carta, hasta el momento, es suficiente para que puedan aprender lo que será dicho a continuación que concierne a la acción de Mi Fuego en vuestro vehículo de expresión físico y Etérico.

Siguiendo el arquetipo universal de manifestación, sus 12 centros luminosos – cuando comienzan a ser bañados más intensamente por las corrientes de Luz Viva, y aún, partículas adamantinas – aglutinan sus irradiaciones en 3 zonas de su cuerpo, dando nacimiento a las llamadas Coronas Radiantes u Hogueras Sagradas, en la región del sacro, otra en la región torácica y otra en el cráneo.

El Fuego de Mi Presencia, en estos días, recorre estos tres santuarios sagrados, vibrando en ellos y haciendo eco de a Silaba Mística. Mi Canto, enmantando el planeta, llega hasta el Centro Cristalino de la Tierra, recorriendo en este camino su cuerpo de arriba abajo, para entonces subir, pasando por cada una de las Coronas Radiantes del Corazón Cristalino de la Tierra. Mi canto cuando se eleva viene cargado de dulzura y de la fragancia del Amor de la Madre Divina, que se asienta en el Lotus de todos los Corazones y que es la Llama que anima todas las expresiones del Ser, inclusive la de nosotros, Pilares de la Manifestación, Arcángeles o Dhyani Buddhas.

El Fuego de Mi Presencia entonces se eleva, resonando la primera nota de la Sílaba Mística en vuestra Corona Radiante del Sacro, impulso de expansión, explosión y Éxtasis, impulso de transubstanciación y transformación. En su Corona Radiante del Corazón, en la segunda nota de la Sílaba Mística Mi Fuego reverbera, como impulso de Íntase, atracción, integración y fusión. Entonces, en vuestra Corona Radiante de la Cabeza, en Mi Fuego suena la tercera nota de la Sílaba Mística, como impulso de creación, interrelación, expresión y objetivación de los arquetipos de la Vida Una. A partir de ahí el Fuego de Mi Presencia se eleva; Fuego que ahora es Trino, pues viene portando el Sello del Padre, la Madre y del Hijo Divino, que es la misma Humanidad del Planeta.

Bien amados, hijos de la Redención, qué hermosa es nuestra danza, cómo es de esplendoroso nuestro coro. Permítanse, y una vez más yo les pido, recordar y sintonizarse con este vuestro aspecto, amplio, eterno e ilimitado a lo largo de vuestros días. Yo estoy con ustedes y me acerco en cualquiera de mis muchas formas siempre que haya un espacio en vuestro campo de consciencia, receptiva para acogerme intencionalmente.

Yo declamo cerca de vuestro oído el Canto del Éxtasis y de la Unidad. Yo los Amo.

…Efusión Vibratoria…

Selén Om

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