domingo, 26 de octubre de 2014

El cabrón que hay dentro de cada signo zodiaco, JAJAJAJAJAJA ALGO SIMPÁTICO, solo es para quitar el estress. No se me ofendan, por favor!!Si algo se parece a la realidad, es mera coincidencia, jajajaj


de
 

petitvampire
Cierto, el título de este artículo es un poco llamativo, pero desvela una verdad muy grande: dentro de cada uno existe un lado oscuro y destructivo, una apetencia a dañar a los demás y a sí mismo, una fuerza detestable pero muy atractiva que nos lleva a hacer cosas de las que nos podemos avergonzar infinitivamente.
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En fin, un cabrón.
Esa fuerza es absolutamente necesaria.
Es el contrapeso de nuestro otro lado, ese que suele gustarnos más: el lado luminoso.
No existiría la luz si no hubiese sombra y nuestro verdadero logro no es tanto actuar bien, casi inconscientemente diría, como conocer nuestra sombra, ser consciente de ella, sentir su fuerza atractiva y, sin embargo, ir más allá de ella, aceptándola al mismo tiempo, porque es una parte de lo que somos y la verdadera paz interior no se logra rechazando parte de lo que somos.
El lado oscuro existe para que podamos sublimarlo, así que hoy, os propongo una primera introducción a lo que cada signo puede tener de malo, repulsivo, patético y miserable.
Empecemos por Aries.
Con Marte, dios de la guerra, como regidor, no se necesita mucha imaginación para comprender que Aries puede llegar a ser extremadamente violento. Pero, ¿por qué? Aries es conocido por su impulsividad y su temeridad. ¡De esas dos cualidades se siente muy orgulloso! Y no admite un montón de cosas: que pueda tener miedo, por ejemplo, o que alguien se ponga en su camino. Él se pone en el camino de los demás sin preocuparse tanto, pero, comprenderás, ¡nadie puede con él! Tirano, dominador y conflictivo, así es nuestro amiguito Aries. Porque lo vale.
Tauro
Bajo el dominio de Venus, nuestro amigo Tauro es un esteta. Le gusta lo bello, lo bueno, lo rico, lo fantástico. Hasta tal punto que puede llegar a ser bastante intolerante con los que no consiguen llegar a la altura… Por otro lado, procura no mostrarlo, pero es un iracundo. Y posesivo. Y extremadamente celoso… ¡En fin! Que bajo esa delicada cobertura que lo envuelve, hay un ser terco y propenso al elitismo que, a veces, se convierte en verdadero dictador de su entorno. Intenta contradecir un Tauro y comprenderás lo que quiero decir…
Géminis
Géminis usa su lengua de manera discontinua. Y para cualquier propósito. Lo mismo lo hace en el escenario que robándote la cartera. Es encantador, pero sólo le importa lo suyo. Te asoma con su diarrea verbal para, luego, marcharse a la francesa cuando tú le vayas a pedir algo. Es una cosa y también la otra. Antes de que puedas reprochárselo, te habrá ahogado bajo el flujo de sus palabras y lo único que sacarás de ello será una buena jaqueca. Por cierto, no juegas nunca con dinero en su presencia. Es tramposo, ¡por supuesto que te va a desplumar!
Cáncer
Pequeño Cáncer es tan dulce como las pinzas del cangrejo que lo representa… Si te atrapa no te suelta. Y puede llegar a ser muy, pero, muy pesado. Su arma favorita es el chantaje emocional. Te mira con eso ojitos que parecen decir: “¡Mira! ¡Qué bueno soy! No puedo hacerle daño a nadie”. Luego te agarra, te descuartiza y juega con los trocitos de ti hasta que se canse. Quizás esté exagerando un poco, pero no mucho, porque cuando te enfrentas al lado cabrón de Cáncer, realmente te sientes desestabilizado. No lo habías visto venir, te parecía tan inocente y, de golpe, es tan frío y cruel como un pico de hielo. En fin… Mejor hervirlo.
Leo
Todo el mundo sabe que Leo puede ser un gran cabrón. Normal: él mismo está tan orgulloso de lo que es, que ni piensa en esconder su lado oscuro. Tirano. Egocéntrico. Es lo que se dice de Leo. Y la verdad es que el trabajo en equipo con Leo se reduce la mayoría del tiempo a la mera aceptación de lo que mande el rey de la jungla. Cuando tiene éxito, sólo es gracias a su grandeza. Cuando fracasa, es sistemáticamente culpa de los demás. Lo peor de todo, es que si te opones a lo que quiere, lo puedes herir de verdad. Entonces, espero que sepas correr rápido, porque los leones no sólo rugen, muerden también.
Virgo
¡Querido Virgo! Tan servicial, tan preocupado por que las cosas se hagan bien, tan trabajador… ¿Te lo crees de verdad? ¡Que equivocado estás! Virgo lo hace todo porque piensa que ni tú ni otro más que él puede hacerlo. Verás: eres demasiado estúpido e incapaz… Él sí que posee el secreto de la perfección y por supuesto no lo va a compartir contigo. Lo podrías estropear todo. Virgo no te quiere. Te critica. Y no sirve decirle que todo lo ve desde su punto de vista. Te contestará que no hay otro que tenga fundamento tan sólido como el suyo. ¿A veces tienes la sensación de hablar con una pared? Consuélate: estás hablando con una pared…
Libra
Libra te dará siempre la razón. También se la dará a tu peor enemigo. Él no tiene enemigos, por supuesto, ya que su único propósito es la paz en el mundo. ¿Te parece inconsistente? ¿Gaseoso, quizás? Es que de tanto buscar las formas, Libra no sabe muy bien cuál es la suya. Se pasa el tiempo corriendo de un lado al otro de la balanza para ganarse los favores de todo el mundo. Tú, dile que, sí, es guapo. Ya verás cómo se va a poner de contento.
Escorpio
¡Ahí viene un cabrón con pedigrí! Vampiro energético, genial manipulador emocional, sabueso de los bajos fondos de la humanidad, terrible vengador de sí mismo… Es tan cruel que suele vengarse de la ofensa antes de que esa ocurriera. Muchos creen que Escorpio sólo es oscuridad. Y le gusta mantener viva esa leyenda porque, primero, es bastante orgulloso y, segundo, le sirve de escudo protector. Porque la verdad verdadera es que Escorpio está cagaito de miedo a qué le hagan daño…
Sagitario
¿Tal sabio, tener sombra? ¿Siempre viste a Sagitario como la luz crística iluminadora de la humanidad? El problema es que él también… Y no hay peor gurú que el que piensa saberlo todo. ¿Te doy un ejemplo muy esclarecedor? Stalin. No es justo, me contestarás: tenía que ser de algún signo. No todos los dictadores son de Sagitario. No. Tienes razón. Pero sólo me servía para iluminar mi propósito: cuando se le va la pinza, hasta el más sabio de todos puede ser un verdadero cabrón. En este caso, pensando que la verdad absoluta, la tiene él y que si no sigues el camino amoroso que te enseña, te manda al gulag a ver si te mueres de una vez… ¡Impío!
Capricornio
Para comprender el lado cabrón de Capricornio, hay que visualizar cualquier jefe de empresa multinacional. Alardea de ser un pilar de la economía mundial, de dar trabajo a millones de personas, de ser productivo y eficaz. Y razón no le falta. Pero ¿justifica eso que sea tan rígido, frío, crítico e intolerante? Y ¿qué decir de su falta de sentido del humor? Como en la fábula, Capricornio es muy hormiga. Es un miembro muy honorable de la sociedad y, como no, odia profundamente a la cigalas. Otro que piensa que sólo vale su punto de vista.
Acuario
Acuario es un soñador, un idealista. Sueña con un mundo en el que todos los seres humanos pudieran convivir en paz e igualdad. Él sabe muy bien cómo hacer de ese mundo una realidad. Ya tiene todo el plan en su cabeza. Pero, como en la Granja de los animales de Georges Orwell, en el mundo ideal de Acuario, algunos serían más iguales que otros. Él, concretamente. Que no te quepa duda: Acuario no es un sentimental. Ama, adora lo humano, pero no ama a los humanos.
Piscis
¿Eres de los que, a Piscis, no le ven nada malo? No te equivoques: a Piscis, no se le ve nada. Punto. Y es que nuestro amigo tiene una capacidad, ¡un don!, para adoptar todas las caras que se puedan imaginar. Estamos frente al rey de la imaginación. Pero, ¿qué siente Piscis en el fondo? Ni tú, ni yo, ni él lo sabemos. En general opta por darse una apariencia frágil y dolida. ¡No caigas! Así pesca nuestro pececito sus presas. Luego resulta que tiene dientes de piraña o de tiburón… ¡Y tú, tan ingenuo, pensando que la pesca era un deporte para viejos!

cuerda

Esto ocurre a menudo en la carta astral: ¿Qué pasa si tengo un planeta entre dos signos? ¿Un Sol a 29º de Virgo por ejemplo, faltándole unas pocas horas para pasar a Libra? ¿O entre dos casas?

¿Con Plutón en la casa 10 pero tocando la cúpside de la 11, por ejemplo?

Cuando pensamos un signo, solemos considerarlo en su punto de culminación, en su cenit. Leo, por ejemplo, el niño rey, solar, instintivo y pasional, seguro de tener una posición privilegiada en el mundo, orgulloso e infantil, etc.

Pero de la misma manera que consideramos el cinturón zodiacal como una historia, la del ciclo de la vida, de la muerte y del más allá, tenemos que observar los signos de manera evolutiva.

No son estáticos, no hay una sola manera de ser Leo.

Porque ocupan 30º cada uno, lo cual representa un mes del ciclo solar, y que en estos 30º, en este mes solar, no hay un día que se parezca al otro.

No es lo mismo ser Leo del primer decano, del segundo o del tercero, no es lo mismo haber nacido en el amanecer de un signo, en su cenit o en su atardecer.

Para seguir con nuestro ejemplo, si un Leo es del 23 de Julio, su Sol, en realidad, todavía estará teñido por la energía canceriana.

No hay un cambio brusco de un día al otro. Hay una transición.

Los últimos grados de Cáncer ya tienen un matiz leonino, y los primeros grados de Leo todavía recuerdan la energía de Cáncer.

Así que tendremos que tomarlo en consideración en nuestra lectura de la carta astral: un planeta a unos pocos grados, 2 o 3 como máximo, de la cúpside de un signo, también de una casa, se tendrá que interpretar desde las energías combinadas del signo al que pertenece y del signo que acaba de dejar, o en el que va a entrar.

No hace falta decir que lo que vale para los planetas, también vale para las casas.

Un ascendente a 15º de Escorpio no tendrá la misma energía que otro a 28º del mismo signo.

La clave está en saber interpretar los matices.

http://astrocopas.wordpress.com/

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