El Fin del Mundo ~ Reporte del Clima Cósmico por Mark Borax...
Debemos luchar contra el adormecimiento y la apatía
Durante este trayecto de
tres años, cada tendón que te engancha al mundo falso se estira hasta el
punto de quiebre.
Cada mentira que has tragado desde la niñez te
borbotea en las entrañas.
Cada relación que mantienes a expensas de la
verdad más profunda, arde en el fuego sagrado de este Año del Dragón.
Cada rincón oscuro de la infraalma está siendo roturado, dejando
expuesto el fondo del suelo fértil en el que se basa la vida.
Aun cuando
el cambio esté bloqueado en la superficie, el alma de la especie sigue
siendo capaz de regenerarse por debajo, y es hacia esas profundidades
ocultas que debemos mirar ahora para lograr un milagro.
Después
de 27 años, Saturno, el Señor del Karma, se ha vuelto a sumergir en las
aguas profundas y oscuras de Escorpio, donde el fango tóxico de nuestra
civilización descaminada ha embarrado la Principal Cámara Evolutiva de
la especie, y el mundo se está muriendo.
Esto llega con gran
impacto pero poca sorpresa para aquellos de nosotros que hemos estado
estudiando el significado de nuestro tiempo en nuestra escuela de
misterio, que comenzó décadas atrás bajo las secuoyas del norte de
California.
(Pueden leer acerca de la escuela en mis libros 2012 y
Reporte del Clima Cósmico, y revisar una versión actual en nuestro
Colegio de Visionarios y Magos online –en inglés.)
El fin del
mundo viene como poca sorpresa, ya que quedó claro para nosotros después
de que Saturno salió de Escorpio la última vez en 1985, que hay más de
un mundo aquí.
Hay un mundo artificial, un planeta falso que, como papel
maché, se envuelve alrededor de la tierra viva. A esta Tierra Falsa la
pregonan los políticos y presentadores de noticias como si fuera la
auténtica, y nos agarra a cada uno de nosotros dondequiera que seamos
más susceptibles a quedar enganchados en la ilusión.
La Tierra
Falsa es una cáscara quebradiza, un yermo industrial, vaciado de
inocencia y asombro, que se mantiene armada por el pegamento de los
medios de comunicación, los sistemas alimentarios corporativos y las
ideas falsas que azotan los sentidos con imágenes sensacionalistas y las
risas grabadas de las comedias de televisión. Cada elección que haces
de seguirle el juego a esa farsa, mantiene armado ese mundo falso, y la
capa de papel maché se hace más gruesa, hasta que muy pocas personas
quedan realmente conectadas a un planeta que es real y profundo y
verdadero.
Tenemos luego una radiante gema verde-azul del
cosmos, la Tierra Verde Viva, que destella mientras vuela alrededor del
sol, vibrantemente viva, cámara de milagros, manantial de aguas
prístinas que regeneran mente, cuerpo y alma. Éste es el planeta cuyo
corazón fundido late muy por debajo de las mentiras de eruditos y
políticos. Debajo de la capa de papel maché de la dieta falsa y la
educación falsa y los medios falsos, un planeta de inmensa diversidad
sigue creciendo y cambiando mientras se columpia a través del espacio.
Esta
Tierra Verde Viva es el mundo que los niños y los poetas y visionarios
pueden ver con visión de rayos x, a pesar del creciente montón de
desechos tóxicos de nuestro tiempo, a pesar de una sociedad diseñada
para hacer más ricos a los ricos a costa de todos los demás, a pesar de
toda la atención prodigada al papel maché. Cuando Saturno se sumerge en
su gira de tres años por Escorpio, las fuerzas del caos azotan el
sistema, revelando cautivantes vislumbres de todo lo que yace por
debajo.
Escorpio preside sobre los tesoros sin reclamar
almacenados en las regiones más profundas del alma.
El paso de Saturno a
través de estas regiones los carga de potencia.
Algo está tirando del
espíritu humano ahora, y es la conciencia incipiente de cuánto potencial
tenemos como especie, que no hemos reclamado todavía.
Conforme
Saturno regresa a Escorpio, resuena el llamado a través de los pasillos
del alma:
¡Despierta!
¡SÉ EL AMOR QUE ERES! SÉ EL AMOR QUE ERES.
No
dejes que nada se interponga entre tú y tu verdad...
Durante
este trayecto de tres años, cada tendón que te engancha al mundo falso
se estira hasta el punto de quiebre.
Cada mentira que has tragado desde
la niñez te borbotea en las entrañas. Cada relación que mantienes a
expensas de la verdad más profunda, arde en el fuego sagrado de este Año
del Dragón.
Cada rincón oscuro de la infraalma está siendo roturado,
dejando expuesto el fondo del suelo fértil en el que se basa la vida.
Aun cuando el cambio esté bloqueado en la superficie, el alma de la
especie sigue siendo capaz de regenerarse por debajo, y es hacia esas
profundidades ocultas que debemos mirar ahora para lograr un milagro.
Esto
significa que necesitamos dosis masivas de visión para contrarrestar la
ceguera generalizada que impera en nuestra sociedad.
Debemos luchar
contra el adormecimiento y la apatía. Necesitamos un gran levantamiento
del alma, más allá de cualquier ‘ismo’. Nuestra inspiración debe ser
descubrir lo que poseemos y repudiar el resto.
Necesitamos un amor
primigenio que esta vez pueda durar hasta el final, ya que por fin sabe a
ciencia cierta de qué estamos hechos.
Necesitamos un amor más grande
que el amor ingenuo que surgió en los corazones de los muchachos
fugitivos que abandonaron sus hogares provincianos en los 60s en busca
de la Tierra Prometida. Necesitamos un amor que sólo se haga más fuerte
cuando las marchas se terminen y el alucinógeno desaparezca.
Al
igual que en los 60s, pero mucho más aún, nuestros mayores se han
descarriado y se dejaron seducir por dioses falsos, y estos falsos
líderes deben ser destronados. Irónicamente, la enfermedad que infecta a
nuestra cultura es su único remedio, porque, al igual que en los 60s,
ningún gran cambio duradero puede ocurrir sin antes pasar por un masivo
descontento y disturbios.
Las alergias a los alimentos y las náuseas y
el vértigo nos recuerdan nuestra alergia a las mentiras y falsedades.
La
irritación que asfixia nuestro sistema es nuestra única oportunidad de
encontrar el antídoto, porque es sólo cuando ya no podemos tolerar lo
viejo que la bestia adormecida de la conciencia de las masas sale
tropezando de su cueva, parpadeando ante la luz del día, para intentar
algo nuevo.
Dondequiera que se reúnan personas en conversaciones
de corazón, entre dos o en grupos pequeños – es ahí donde se está
librando la Revolución de nuestro Tiempo más que en los pasillos de la
política, porque los pasillos de la política han quedado vergonzosamente
esclavizados al mundo de los Grandes Negocios, y, a diferencia de los
60s, los medios de comunicación han seguido su ejemplo.
Pero por
debajo del último aliento de una cultura moribunda, la cultura
subterránea está lista para ponerse en marcha.
Cada mes, pequeños grupos
se reúnen en los cincuenta estados para aventurarse más allá de lo
conocido en viajes ceremoniales con plantas medicinales. Hay chamanes
apareciendo de la nada, viniendo de todas partes del mundo, difundiendo
noticias del alma.
El Ritmo Tribal del Tambor está convocando a los
peregrinos al borde de Acuario a reinventar vida y propósito.
Una gran
agitación ha comenzado a propagarse en contra de la Maquinaria, y es
nuestra única oportunidad de arrasar con la locura.
Mientras las
economías caen y la conciencia de las masas se despierta del trance,
Saturno clava su mirada impávida en el alma del mundo, exigiéndonos
salir, estar presentes, elegir el amor, y recordar.
¿Recuerdas?
¿Recuerdas, debajo de cada pérdida y agravio, quién eres?
¿Recuerdas por qué viniste aquí?
¿Recuerdas la verdad de integridad que vive debajo de todas las historias de quebranto?
Aquí,
en las primeras semanas de su excavación de tres años a través de
Escorpio, el Señor del Karma está dragando la especie.
El gran don
oscuro de Saturno en Escorpio es restaurar la integridad, arrancando los
filtros que mantienen fuera la verdad. Cada fragmento, cada pedazo
roto, cada amor fallido, cada sueño muerto que fue enterrado, está
siendo sondeado para ver si puede resucitar.
El gran amor de
Saturno, que no se caracteriza por ser un planeta amoroso, se nos está
viniendo encima ahora, negándose a dejarnos salir del apuro, rechazando
cada nueva excusa que inventamos para ser menos que lo que somos. La
obsesión de Escorpio es restaurar un amor que importe, un sexo que
penetre hasta el alma, un mundo que cuente.
En su llamamiento
masivo para despertar a la raza humana, el gran visionario Rumi no dice:
“Señor, ayúdanos a cambiar”.
Él dice: “Haznos tener miedo de cómo
éramos”,
porque Rumi descubrió una gran verdad:
Si le muestras a la
gente un camino mejor que apele a sus altas aspiraciones y nobles
instintos, rara vez lo van a seguir. Sólo cuando la gente llega a tener
más miedo de quedarse igual que de cambiar, va a cambiar. Sólo cuando la
motivación de algo distinto se impregne en el fango primigenio del
cerebro reptiliano, el cambio se hará inmanente.
Cuando el mundo
se acaba, se nos llama a despertar el sueño destellante que se alzó en
un momento incomparable en los 60s, cuando un grupo de parteros llamados
Malcolm y Martin y John y Jimi y Bobby estiraron sus manos hacia la
locura sangrienta y sacaron a la luz el amor recién nacido que vieron
dormir dentro de ti y de mí.
Nosotros somos el futuro de su pasado.
Tú
y yo y todos los que estamos vivos ahora tenemos un gran momento ante
nosotros, sobre el cual reposa el destino de nuestro planeta. Desde lo
profundo del alma, la elección es exasperantemente simple:
EVOLUCIONAR O
PERECER.
¿Quién eres realmente? ¿Qué viniste a hacer aquí?
¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
¡Adelante!
Mark Borax
Astrología a Nivel del Alma