ALQUIMIA FEMENINA
ENERGÍA SEXUAL FEMENINA
Según el Tantra es “Santa la mujer en el acto carnal; ella debe hallarse en situación de transformar igualmente el fuego de su potencia sexual y poderla conducir a superiores centros del cuerpo”.
El hombre por lo tanto debe aprender a “ver” a la sacerdotisa para poder comprender la unión de Shiva-Shakti, los textos tántricos nos dicen que ella es “extremadamente sutil, la que despierta el conocimiento puro, la corporización de toda bienaventuranza”.
También el sadhaka la contempla como la “inmaculada morada del tesoro de la belleza, el protoplasma brillante, la engendradora de todo lo que es, que inescrutablemente se transforma, muere y vuelve a nacer”.
En el Lalita Vistara leemos que es aquella “cuya delgada cintura, doblada bajo el peso de la fruta madura de sus senos, se hincha en enjoyadas caderas, cargada con la promesa de infinitas maternidades”.
Según la Sexualidad Sagrada la mujer es la corporización de las fuerzas del universo, de la Madre Naturaleza y de D’s mismo, es la manifestación física de la Diosa.
“La Mujer inicia mediante el mismo yoni a través del cual nació el hombre, en una vida anterior.
La Mujer inicia mediante los mismos senos que alimentaron al hombre, en una vida anterior.
La Mujer inicia con la misma boca que, en alguna ocasión, calmó al hombre. La Mujer es la iniciadora suprema del Tantra”
Kaularahasya
“Aquel que está bien versado en el Yoga, honrará a la madre y a la hermana, así como a la danzarina, la lavandera, la mujer humilde, y la mujer noble por igual.
Combinará el Cetro de sus Medios con el Loto de la Sabiduría. Con ese rito se obtiene la liberación.”
“A la Gnosis se le llama “Madre” porque da nacimiento al mundo; de manera similar se le designa “hermana”, por la constancia de su cariño, “danzarina” por su naturaleza trémula, “lavandera” ya que tiñe a todos los seres, “mujer de baja casta o paria” porque su esencia interior es intocable.”
Hevajra Tantra
Existen en la India una cantidad de deidades femeninas que representan el principio cósmico universal, Tara, Shakti, Parvati, Kali, etc.
El tema de porqué la mujer es la iniciadora resulta para muchos un enigma.
Sin embargo lo femenino encierra la capacidad de dar vida, ya sea física como espiritualmente, por eso la mujer es la que transmite las enseñanzas, a partir de un adecuado manejo de las energías.
De aquí concluimos que hay enseñanzas que solo se aprenden a través de la unión sexual.
La mujer debe también mantener la pureza en su mundo interior, ya que si está contaminada con celos, envidias, codicias, apego material y demás pasiones, no será una mujer tántrica, y en definitiva en vez de iniciar al hombre lo estará enterrando con su propia energía.
Cuando digo mujer tántrica me refiero a esa sacerdotisa sagrada que con su amor se expande a sí misma y a su amante.
El tántrico o teúrgo tiene la cualidad de ver en la mujer la encarnación de Shakti, la Divina Vestal, de ahí que algunos maestros dicen que antes de enamorarse de la mujer el hombre debe enamorarse de Shakti y que la mujer antes de enamorarse del hombre debe hacerlo de Shiva, una vez cumplido esto tienen casi asegurado el éxito en la relación.
En la unión sexual el hombre reencuentra su parte femenina con los efluvios que la mujer le da; ella al buscar la transformación, la comprensión y la vida pura, tiene el poder de otorgar al hombre dichas cualidades, el cual al hacerse receptivo puede reconocerlas en sí mismo.
Es la intención de la mujer la que también moldea al hombre, de ahí que se diga que una mujer levanta o hunde a un hombre.
De Shakti surge todo, es la creadora y cada cosa creada contiene en sí misma el poder de Shakti.
Esa Shakti que está en todo se llama en el hombre Kundalini Shakti, el poder de la serpiente, el poder del fuego. La tendencia de nuestra Shakti es la de unirse a la Shakti del Universo entero, por eso cuando el hombre reconoce los llamados del Ser Supremo, su propia Shakti comienza a despertar, cuando siente los llamados del Absoluto, Kundalini despierta.
La mujer inicia al hombre en los misterios sexuales no porque conozca técnicas específicas o grandes posturas gimnasticas en cuanto al acto sexual, sino porque espiritualmente tiene un caudal energético que le permite realizar esa iniciación.
En este texto tomado de los textos hindúes tenemos tres elementos a destacar, el Yoni, los senos y la boca.
El Yoni se traduce normalmente como “vagina”, aunque su significación global abarca a todo el ser femenino y no solo a la vagina.
En este caso se refiere a la zona del vientre, que es donde se encuentra la concentración del fuego sexual.
A esta zona se le llama en la mística celta “el salón de la Dama de los Bosques”, es al asiento de las fuerzas de la Divina Madre Naturaleza, el vientre cósmico que es capaz de iniciar al varón en los misterios ancestrales.
Para aquellas mujeres que deseen trabajar energéticamente esta zona pueden concentrarse en el chakra sexual y vocalizar la letra M en cada exhalación.
Pueden ir al mar y orarle a Stella Maris, mientras se bañan en las aguas del mar y vocalizan la letra M.
El segundo elemento a destacar en el texto son los senos, que son parte del sistema sexual femenino y que esotéricamente están en una parte del cuerpo donde se concentra mucha energía, el centro del corazón cuyo lugar específico es exactamente entre los dos pezones, en la línea media del cuerpo.
Tiene que ver con la parte emocional y la elevación de la energía sexual desde el vientre al corazón.
El tercer elemento es la boca y específicamente el intercambio de saliva que se va a realizar en el acto sexual como mágica alquimia de sales divinas, lo cual constituye un alimento espiritual muy importante para ambos partícipes ya que en el aura de la saliva también encontramos parte de nuestra esencia.
La saliva de la mujer excitada sexualmente es un ingrediente mágico en la Alquimia Sexual. Corresponde al centro de la cabeza.
Cuando la mujer tiene el orgasmo, si practica alquimia, va impregnando al hombre con sus efluvios, los cuales se irradian desde su aura sobre él permitiéndole que pueda despertar sus fuegos, de ahí el porqué la mujer enciende el fuego, porque es ella la que inicia y despierta al hombre.
Los antiguos chinos le atribuían a la mujer un poder mágico que se liberaba precisamente en el momento del orgasmo.
La Mujer – Bruja
En la antigüedad y aún hoy en las comunidades chamánicas la mujer ocupa un lugar preponderante en todo lo que se refiere a la magia. Se la considera portadora de fuerzas misteriosas y todo lo que tenga que ver con su sexualidad es misterioso aún hoy para los hombres del siglo XXI.
La mujer tiene una gran vinculación con la Luna y debe aprovecharla para conectarse con ella y poder establecer una relación mágica.
Esto se hace en la noche pidiéndole a la Luna lo que se esté necesitando, un pedido sencillo que salga del corazón y que sea una comunión con la naturaleza.
La Mujer en el Hogar
La palabra hogar está vinculada al fuego, esto nos habla de la mujer como guardiana del fuego aún de su propia casa, no solo de los grandes templos, sino de su templo-casa.
Este es un rol que hoy en día por la sociedad en la que vivimos vamos viendo como se va perdiendo la conexión entre la mujer y las energías de la casa, esto en los casos donde ella tiene que salir a trabajar y no está mucho tiempo en su hogar.
Es importante el espíritu femenino en una casa para lograr el equilibrio de fuerzas, ya que la mujer es la Reina del Hogar y representa la contención y la protección de la Madre Naturaleza.
La Mujer como manifestación de la Pureza.
Esto ha estado muy bien representado en las antiguas sacerdotisas de los templos, muchas de las cuales se dice que eran vírgenes.
Esa virginidad se refiere a un estado del alma y no tanto a algo físico.
Cuando la mujer va realizando un camino espiritual en que logra elevarse también puede irradiar esa luz sobre su compañero y es esa luz la que permite al hombre elevar sus fuegos, de lo contrario se convierte en la enterradora, porque con su energía va impregnando al hombre de fuerzas negativas hasta liquidarlo.
La Mujer Sensual
Hoy en día vemos una aparente explosión de la sensualidad con diferentes manifestaciones de mujeres que aparecen en televisión, revistas y demás con poca ropa y con actitudes provocativas.
Cuando hablamos de sensualidad no hablamos ni de cuerpos perfectos, ni de actitudes grotescas e inarmónicas, sino de la expresión natural del ser femenino sensual que toda mujer lleva dentro.
Para ello es necesario despertar la pasión de vivir y aprender a sentirse sensual con su cuerpo para poder manifestar todo ese potencial en la vida.
El miedo a la sensualidad genera rigidez y pérdida del deseo sexual así como de la capacidad de gozar sexual y espiritualmente.
Cuidado de la energía femenina
Los celtas recomendaban tener y cuidar un jardín, que haya un contacto con la tierra, que se toque la tierra para lograr tener una buena conexión con la Madre Naturaleza.
En muchas culturas primitivas se acostumbra no tirar la placenta del recién nacido, enterrándola luego del nacimiento en una árbol cercano o muchas veces bajo la cama del niño.
También algunas culturas se comían la placenta de sus hijos.
Esto es porque hay una estrecha relación energética entre la placenta, la madre y el niño, sobre todo si el hijo es mujer.
Como prevención para enfermedades futuras de útero u ovarios se puede enterrar la placenta del niño o niña en un árbol cercano.
Muchas mujeres tienen dolores pre-menstruales y durante el período, esto se da muchas veces por una relación conflictiva con el hecho de ser mujer o con una visión sucia del hecho de menstruar.
Las propagandas de toallas femeninas son un ejemplo de esto, diciendo que usándolas la mujer se sentirá “limpia y natural”, lo cual nos da un mensaje de que la mujer en el período está sucia.
Los dolores son conflictos y muchas veces culpas y auto-castigos que se van acumulando en el tiempo.
Para esto se puede trabajar sentándose en una silla en el borde de la misma y apretar el cóxis con los dedos, hacer masajes y respirar para aflojar la tensión.
También hacer la respiración anal: con las piernas flexionadas se inspira y cuando expira imagina que sale el aire por al ano hacia abajo, circulando por entre las piernas hasta la tierra.
Otro ejercicio es hacer masajes en los pechos hasta sentir que toda la zona del pecho se carga de energía.
Cuando sentimos esa energía la hacemos descender hacia los ovarios, luego hacia la columna y se asciende por toda la columna hasta llegar a la cabeza y luego termina el circuito bajando por la línea media hasta llegar al ombligo.
Daniel Curbelo