Madre Divina- Puertas para el Cristo
Madre Divina- Puertas para el Cristo
Desde el Reino Primero Yo los Saludo hijos e hijas de la Paz. Yo soy María, Reina de la Paz, vuestra Madre.
Amados hijos, flores de Mi jardín, mi voz se eleva en esta oportunidad desde el Corazón de la Tierra y se dirige a cada uno de mis hijos, a cada una de mis hijas, recuérdanosles Mi llamado al estado de Bodhisattva. Niños bien amados, chispas de la Luz Viva, el Bodhisattva se levanta hoy en esta tierra, con las manos y los brazos abiertos para recibir a sus hermanos y hermanas que todavía se debaten en medio de la resistencia a lo que viene, a lo que llega, no desde fuera, sino desde adentro.
Desde dentro de cada uno de ustedes surge y se revela lo nuevo, una nueva que sólo se entiende como tal, porque la actual estructura de la humanidad, mental e incluso emocional desconoce otra cosa que no sea el modo de funcionamiento dual.
Por lo tanto, lo que surge, o que se manifiesta desde el interior es percibido en un primer momento como nuevo, como inusitado, como desconocido, sin embargo, así como la mente, como el sentimiento, como el propio "Upâdhi" "vehículo" físico son curados, entonces esta novedad ya no es una novedad, esto nuevo, entonces es reconocido, reconocido como un estado original, reconocido como su verdadero hogar, reconocida como la única realidad, incluso la materia mental, emocional y física.
Niños bien amados, Mi cuerpo, o cuerpo de Gaia está pasando hoy por una sanación profunda, esto ustedes lo saben muy bien, como sea que ustedes comprendan esta sanación, sean cuales sean las referencias de esta asimilación de curación, ustedes saben que un proceso de sanación profunda ocurre en este cuerpo planetario. Esta curación, sin embargo, no es la cura de la conciencia, no es la cura del Espíritu, esta curación es la curación de las vestiduras del alma que ahora son bañadas en la sangre del Cordero, que una vez más se muestren albas, claras y brillantes, inmaculadas, prístinas, resplandecientes ya que esta es, su verdadera naturaleza.
La sangre del Cordero no es el sacrificio de dolor y sufrimiento. La sangre del Cordero no es un castigo o juicio.
La sangre del Cordero es el símbolo de la vida que fluye constantemente e indiscriminadamente para alimentar la llama dentro de sus corazones.
Como Bodhisattvas, hijos e hijas, el Cristo encarna en ustedes.
Cristo se hacepresente en la superficie de este planeta por medio de cada puerta que se abre para su retorno, para su resurgimiento, para su revelación en este mundo.
Este retorno del Cristo, ustedes no deben esperar en medio de los cielos, porque estos cielos son los cielos de su propia conciencia, son de los niveles profundos que siempre permanecieron intocados por el revolver de la arcilla de la experiencia de olvido.
Es de estos niveles profundos, siempre puros y resplandecientes, y vibrantes, que este Cristo surge, y de este cielo de tu conciencia el Cristo regresa.
Hijos e hijas, yo soy este cielo.
Esta ahí uno de los aspectos del símbolo de aquél que nace de la Virgen.
Yo, la Madre universal, soy la Virgen Madre que permite el nacimiento del Cristo en ustedes. Un ángel viene a anunciarles este nacimiento.
Estos ángeles son hijos e hijas de Mi vientre, sus hermanos y hermanas que de una manera u otra siempre los acompañaran durante esta experiencia, pero que en este momento del nacimiento pueden revelarse más fuertemente, más cerca a su expresión material, dándose a conocer por su vibración, por su nombre, por su color, por su tonalidad, una tonalidad que ustedes instantáneamente reconocen, porque esta tonalidad vibra una cuerda en vuestro corazón que facilita y permite recordar su esencia original.
De todos modos, este ángel guardian permanece al lado y constantemente auxilia al alma en el proceso de sacralización de la materia que anima en este mundo, auxilia al alma para que ella despierte completamente en su propio nivel y luego sea reintegrada a la Conciencia Plena, al Espíritu universal y perfecto.
En simples palabras, este es el proceso de curación que se desarrolla en este planeta.
Los Bodhisattvas son las puertas que de un modo u otro, en una manera u otra, conscientes de este nacimiento, se abren como puertas para la revelación del Cristo cósmico, del Cristo de la Luz Viva.
Son aquellos que aspiran a Buda, son los que aspiran a la iluminación, son los que aspiran a la Conciencia Plena, el Cristo Cósmico, la Sabiduría Solar, y que se disponen como puertas, como simples puertas, simples puertas para la expresión de la Sabiduría Solar, de este Buda, de este Cristo Cósmico.
Yo los acompaño constantemente, porque Yo soy la Virgen Madre. en mí darán a luz al Cristo Cósmico. Hijos e hijas, así que ábranse a una comprensión más profunda y amplia del significado del Bodhisattva: un ser que aspira a la Conciencia Plena, se erige como una puerta de entrada a la expresión de la Conciencia Plena, a la vez que mantiene los brazos y las manos abiertas para el resto de sus hermanos y hermanas, para que ellos también sean tocados por la sangre del Cordero y puedan purificar sus vestiduras.
Estas son palabras simbólicas, sin embargo, la vibración que llevan les permitirá acceder a un nivel más profundo de comprensión de todo lo que viven hoy en todos los niveles, desde el nivel más superficial de su vida, en lo que se refiere a sus interacciones mundanas. hasta niveles mucho más profundos, donde procesos muy difíciles de ser comprendidos por la mente se desarrollan y toman lugar.
En todos estos niveles, hijos e hijas, estoy siempre presente ofreciendo el calor de Mi Sagrado Corazón de Fuego, esta llama capaz de iluminar su camino y hacer que esta senda sea más apacible, este camino más dulce, más suave y más fácil de ser recorrido. Yo sigo delante de ustedes, limpiando su trayectoria de todas las piedras, dejando, sin embargo las que fortalecerán sus pies para caminar.
Niños bien amados, el tiempo existe sólo por la interacción de la conciencia con la Materia. El Espacio es Mi vientre ilimitado, no se prendan con el correr del tiempo, ya que este es maleable como el tejido de Mis vestiduras, porque en un momento puedo rasgarlos y remendarlos, ya que es el tejido de Mis ropajes.
Vivan cada momento atentos al servicio, atentos para que la puerta está siempre abierta para que el Cristo se revele y la sangre del Cordero fluya hacia todos sus hermanos y hermanas para purificar sus vestiduras.
Yo me revelo en cada corazón abierto a reconocer Mi Presencia y Mi toque de Amor. Para aquellos cuyos ojos aún se vuelven hacia los fenómenos más superficiales de esta experiencia, para estos también soy una soporte silencioso, desapercibido, pero siempre presente.
Volveré en medio de esta asamblea en las Tierras de Punira, junto a Mi Monte Sagrado, para que nosotros iniciemos una serie de comunicaciones e intercambios sobre el papel del Bodhisattva en este núcleo de Fuego y Luz llamado Agnisangha. Bendigo y impulso esta hoguera, ya que esta Hoguera, se apoya en Mis manos y está constantemente avivada por el soplo de Mis labios. Hijos e hijas, si quieren avivar esta Hoguera deben volverse hacia su Corazón de Fuego, pues vuestro Corazón de Fuego es lo que alimenta esta Hoguera.
Bienaventurados los que oyen estas palabras, y abren su pecho para que en ellos sean depositados Mis Letras de Fuego. Sagrados sean, bendecidos son. Recuerden su Esencia Divina, recuerden el Cristo Cósmico que son. Yo los bendigo pequeñitos.
María, Reina de la Paz.
Transcripción realizada por colaboradores del Agnisangha.
Revisión final: Agnimitra.
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