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Tu destino es la Divinidad
Publicado el 16 febrero, 2017

Informe de energía de Febrero 2017
Por Jennifer Hoffman
http://enlighteninglife.com
1 de Febrero 2017
Tu destino es la Divinidad
A diferencia de Enero, el mes de Febrero comienza sin planetas retrógrados.
Un hecho poco usual que nos viene muy bien tras un mes muy largo, a medida que avanzamos hacia un nuevo espacio energético. La energía de Febrero se siente nueva, fresca y clara, en parte porque empezamos 2017 teniendo que concluir todavía algunos remanentes de la energía de 2016.
Ahora podemos inaugurar oficialmente la energía de este año, libres de las lecciones y cargas del año anterior.
Febrero trae muchas oportunidades para el amor, que puede presentarse en formas inesperadas, y estaremos procesando más energía a medida que avancemos por el camino de integración de 3D/5D.
Uno de los temas importantes del mes es la liberación del Paradigma de la Atlántida, que experimentaremos con el despertar de las energías divinas masculina y femenina, y con la liberación de la antigua culpa de la Atlántida, que limita nuestra capacidad para aceptar completamente el amor y nos impide amarnos completamente a nosotros mismos.
Ahora que se acelera nuestro avance hacia la Congruencia Divina, nuestra intuición es nuestro navegador, nuestra intención es nuestro mapa de ruta, y nuestro destino es aquello que nos aporte mayor plenitud y alegría.
Las principales lecciones de Febrero giran alrededor del despertar de las energías divinas masculina y femenina.
El tema del amor será importante, y no me refiero al día de San Valentín, el día 14.
Me refiero al amor por uno mismo que está libre de culpa, de juicio y crítica: la aceptación incondicional que necesitamos darnos primero a nosotros mismos para poder obtener el amor, la validación, la aprobación y aceptación que deseamos de los demás.
Nuestro deseo de amor se ve apoyado por la conjunción de Marte/Venus en Aries durante todo el mes, el primer signo del zodíaco.
Aries está regido por Marte y representa la casa 12 de Venus, y se verá desafiado durante todo el mes por la cuadratura que aún continúa de Saturno/Quirón y la conjunción Urano/Eris. Jupiter en Libra aportará equilibrio, y Plutón supervisará estos aspectos, recordándonos que su objetivo es siempre la transformación.

Marte es el regente de Aries, por lo que se encuentra en su domicilio y nos proporcionará un intenso deseo de acción. Pero Venus no está cómoda en Aries, por lo que podríamos sentir su energía más apagada, aunque adquirirá un matiz espiritual que nos hará proclives hacia una actitud de mayor comprensión.
Esto ayudará a que nuestro aspecto femenino demande menos del masculino y se muestre menos “débil”, procurando satisfacer nuestras propias necesidades y conceder a este despertar el tiempo que necesita.
Venus estará en modo de sombra y en su fase retrógrada desde el 28 de enero hasta el 19 de mayo, sosteniendo el espacio energético para la transformación de este mes, que incluye el mencionado componente atlante.
He podido comprobar que el retrógrado de Venus pone de manifiesto cuestiones relativas a las relaciones, también en lo referente al amor a uno mismo y a cómo nos relacionamos con los demás.
El trasfondo de la energía de Atlántida se presenta con fuerza y será una de las energías dominantes del mes.
En mi libro “El legado Atlante” hablo acerca del paradigma que se creó después de la caída de la Atlántida. Uno de sus primeros acuerdos fue que la energía masculina dominaría en lo sucesivo para permitir la sanación y restablecer la armonía perdida (después de eones de supremacía de la energía femenina).
Bien, parece que no dio resultado, sino que condujo a una privación de derechos de la energía femenina y a la dominación total de lo masculino: una reproducción de lo que había ocurrido, a la inversa, en tiempos de la Atlántida. Pero ya estamos cansados de eso; hemos podido comprobar que no funciona y que ya es momento de que estas dos energías vuelvan a equilibrarse en este año de Congruencia Armónica.
El sentimiento de culpa procedente de la Atlántida es un enorme obstáculo para ello. También creó el paradigma del Sanador Herido, con el que intentamos expiar los agravios que creemos haber inflingido a los demás. Nuestra culpa proviene de nuestra participación en la caída de la Atlántida, bien de forma directa o indirecta, cuando depositamos nuestra confianza o nuestra fe a quien no debíamos y contribuimos a la destrucción de la Tierra y de la mayor parte de su población.

Hemos expiado nuestras acciones pasadas al convertirnos en sanadores y asumir los “pecados del mundo”, creyendo que no éramos merecedores de la paz, el amor y la alegría que intentábamos proporcionar a otros con tanto esfuerzo, pero que nos negábamos a nosotros mismos. Tampoco nos permitimos acceder a las contribuciones positivas que la energía femenina tenía para el mundo y permitimos que fuera reprimida, sofocada, ignorada y trivializada. Pero para poder alcanzar la Congruencia Armónica, que es el tema de este año, necesitamos que ambas energías (el masculino y el femenino divinos) se equilibren, tanto en nosotros como en el mundo. Y es algo que podemos comenzar ahora.

La verdadera congruencia y armonía entre la energía masculina y la femenina requiere igualdad en las relaciones, respeto compartido y una visión congruente de equilibrio y armonía, un nuevo comienzo con conciencia empoderada y sabiendo apreciar las cualidades del otro. Cuando partimos de nuestro poder consciente en cualquier relación, estamos completos y somos congruentes. Ya no necesitamos sanación, sino que buscamos una mayor expansión creativa para sentirnos satisfechos. La energía de Febrero nos ofrece las condiciones adecuadas para ello: nos anima a encontrar primero nuestra propia plenitud, y a crear nuestras relaciones a partir de ella.

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