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lunes, 6 de octubre de 2014

Los Jinetes del Cristo Bienamados, los Jinetes del Cristo son aquellos que representan, en su Pureza y su Integridad, la fuerza del alma que, a la vez, ha sabido guardar los cuatro pies sobre la Tierra anclados en cada uno de los Cuatro Elementos

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Los Jinetes del Cristo
Bienamados, los Jinetes del Cristo son aquellos que representan, en su Pureza y su Integridad, la fuerza del alma que, a la vez, ha sabido guardar los cuatro pies sobre la Tierra anclados en cada uno de los Cuatro Elementos, y se mantienen erguidos en Él, montándolos y casándolos con toda su Fuerza y con toda esta flexibilidad, que es la del junco que se levanta de la tierra casándose con el viento.


Ser mi Caballero es solamente andar a caballo sobre nada más que esta diligencia que consiste en casarse con la carrera de los Jinetes sueltos a toda velocidad, y no dejarse arrastrar por ellos.

Ya que cuando asienta el trono en los Cuatro Jinetes, verdaderamente, realmente, entonces ese trono se vuelve una silla, el trono de Aquel que monta el Amor, y la barquilla de Aquella que se eleva en la Danza del Fuego del Amor.


El Caballero del Cristo abraza con la mirada toda la Creación y su galope es una carga que traspasa la ilusión.

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Esta Caballería ligera a la potencia del León que viene a rugir y mostrar su melena, en el recordatorio del maestro Semental, ya que los infantes deben acordarse que su marcha a pie solo es una marcha altanera, donde las huellas de sus pies se arrastran en la superficie.

 

 

Y que solo marchan a los pies de las Madejas que sostienen el segundero del tiempo y la carrera de los siglos, cuyo desfile se detiene en el segundo donde el mecanismo de escape libera de su ronda las agujas del cuadrante, para que suenen a la Ronda, el fin del encierro del tiempo de vuestro mundo.


Entonces, la Caballería galopa, melena al viento, y el ruido de los cascos es el Reloj del Tiempo, nuevo, que reduce a nada la impostura donde dominaban los maestros cantores de guantes blancos, emanando el olor de la peste

 

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